Por: Luis Enrique Peguero
La vida está llena de obstáculos, de adversidades y de retos a superar, el deporte no es la excepción y al Atlético Morelia le llegó su primer gran reto, su primera final, con un marcador adverso, la hora de demostrar de qué está hecho y de que, al menos en la Liga de Expansión, puede ser un protagonista.
En su naciente historia, estos Canarios dan la impresión de tener estirpe ganadora, pues en su primer torneo llegaron hasta semifinales, aún cuando fueron un equipo armado al vapor, y en el segundo, ya con un poco más de trabajo, están en la final. Pero también es cierto que en momentos importantes, en momentos de exigencia han tropezado. Basta con remontarse a la eliminación del campeonato anterior, donde dejaron la impresión de morirse de nada.
Y tampoco podemos dejar de lado el partido de ida en cancha de Tepatitlán, donde el cuadro moreliano fue superado y salió con un 1-0, que resultó barato.
Hoy, el equipo rojiamarillo enfrenta su primera lucha por un título, lo que implica un gran reto, pues tiene mucho que perder, pero también mucho que ganar.
Si no logra la remontada, vendrán las críticas, a las que parece no están acostumbrados o no suelen gustarles, sin embargo, si se coronan, más allá de un trofeo que quizás no signifique mucho en vista de que no hay ascenso, este proyecto ganará en credibilidad y, por supuesto, será un justo premio a la fiel afición.
Enfrente está Tepatitlán, un equipo que hace poco más de un año jugaba en la Segunda División o lo equivalente a Tercera División, y que si se corona será su máximo logro, pero si no lo hace, tampoco tiene mucho que perder, total, el obligado por historia, antecedentes, plaza e inversión, es el Morelia.
Así que es un reto peligroso para los de Ricardo Valiño, pero tanto técnico, como jugadores y directivos deben empezar a sentar las bases de un proyecto ganador, de un proyecto que es de Primera División, incluyendo su deficiente área de prensa.
@luiskike90
Facebook: Zona General
Instagram: Zona General