Por: Luis Enrique Peguero
El 7 de enero de 2019 era presentado con ‘bombo y platillo’ el argentino Gerardo Martino como nuevo técnico de la selección mexicana. Sí, un estratega que había dirigido a Lionel Messi, al Barcelona y a Argentina comandaría al Tri rumbo a Catar 2022.
Muchos, incluidos afición y prensa, daban por hecho que solo con el palmarés del ‘Tata’ bastaría para, ahora sí, llegar al famoso quinto partido o más allá, pues había dirigido a ¡Lionel Messi!
Al principio todo era ‘color de rosa’, la selección marchaba invicta, se coronó en la Copa Oro de 2019, pero llegó la primera prueba exigente: Argentina. Cierto, era un partido amistoso y la Albiceleste no tenía a su equipo estelar, pero era Argentina y el resultado fue un escandaloso 4-0 en contra del Tri, pero, vamos, no era para tanto, era de amistoso, de esos que sirven para ganar dólares.
Después se retomó el buen camino con más partidos de preparación, la Nations League y las giras europeas, donde se dejaron de lado los partidos ‘moleros’ y se tuvo rivales de mayor exigencia como Países Bajos, Argelia, Corea del Sur y Japón, con saldo de tres victorias y un empate, la cosa pintaba bien.
En ese instante muchos soñaban con jugar en Catar 2022 ese anhelado quinto partido, pero la pandemia se llevó poco a poco esas ilusiones luego de perder contra Estados Unidos las finales de la Nations League y la Copa Oro, esta última contra la selección ‘B’. Otras dos pruebas de alta exigencia no superadas.
En la eliminatoria, aunque el funcionamiento no era el óptimo, los resultados llegaban, pero en la reciente Fecha FIFA, ante Estados Unidos y Canadá, exámenes complicados, el ‘Tata’ y los suyos volvieron a reprobar. Y ojo, porque si en enero México pierde en su visita a Jamaica y Panamá gana o empata, los aztecas caerán al cuarto lugar, el de repechaje.
El panorama se complica y no veo reacción del técnico, veo un Gerardo Martino tibio, sin carácter, sin autocrítica y que empieza a perder el control, me recuerda mucho a la gestión de José Manuel de la Torre y ya sabemos como acabó ese proceso.
No digo que se tenga que despedir al ‘Tata’, porque además, creo que en este momento no hay un técnico que, con los jugadores que hay, pueda cambiar drásticamente el chip, aunque es cierto que hay futbolistas que parece que ya no les alcanza para estar en selección y alguien tendría que pedirle cuentas al extécnico del Barcelona, Argentina y Messi.
México está a tiempo de cambiar sus formas y Martino de reinvindicarse, pero a un año del Mundial, este equipo ilusiona a muy pocos y es probable que se califique a Catar 2022, porque Costa Rica, Jamaica, El Salvador y Honduras andan más jodidos, pero para como veo las cosas, va a ser lo mismo de cada cuatro años, despedirse en octavos de final.
¡Ah! Y para los que piden que regrese Javier Hernández, les recuerdo que ‘Chicharito’ nunca fue solución en el Tri, no es ese jugador que en momentos difíciles tomará el balón en media cancha, se quitará a tres rivales y anotará. O ya se les olvidó que él formó parte de la eliminatoria a Brasil 2014, donde México tuvo que ir a repechaje, que en ese Mundial estuvo ante Holanda y en 2018 estuvo ante Brasil y los resultados fueron los mismos. Por la temporada que tuvo quizás merece un llamado, pero no es solución.
Y tampoco se vale atacar a Guillermo Ochoa por sus errores ante Canadá, cierto es que se equivocó, pero son muchas más las que ha salvado al Tri en Copa Oro, Nations League, eliminatorias, mundiales y hasta Juegos Olímpicos. Insisto, el problema no son los errores de Ochoa, es el funcionamiento de este equipo, la nula reacción del técnico y jugadores a los que les está quedando grande el compromiso de portar la playera de la selección nacional.
Twitter: @luiskike90
Instagram: kike.peguero